Cómo dejar la pereza y tener autodisciplina y constancia
¿Quisieras conocer 11 potentes tips para que puedas, de una
vez por todas, ser una persona más disciplinada y así conseguir cada cosa que te
propongas?
Sin duda, la disciplina ha sido una de las claves que me ha
permitido elevar mi vida hacia la plenitud.
Sin una fuerte fuerza de voluntad, creo que no hubiera
podido sistematizar los hábitos adecuados que me permitieron mejorar radicalmente
mi vida.
Hábitos como leer, tener un estilo de vida sano o trabajar
en un proyecto personal, todos requieren de cierto grado de disciplina.
Por esto es clave que entiendas qué es la disciplina y cuáles
son las mejores técnicas para desarrollar esa virtud, para que así puedas hacer
todo lo que llevará tu vida hacia la plenitud y felicidad.
Y todo eso lo encontrarás en este artículo.
Empecemos :)
¿Qué es la disciplina?
Personalmente, veo la
disciplina como el hecho de obligarnos a nosotros mismos – por medio de la
fuerza de voluntad – a realizar una actividad que, a corto plazo nos produce
pereza, pero a largo plazo, esas actividades nos darán los resultados que
estamos buscando en nuestra vida.
Por ejemplo, hacer ejercicio
es una actividad que te produce mucha pereza, pero, si eres disciplinado y la
haces, a largo plazo, puede darte un cuerpo más esbelto y una mejor salud y
vitalidad.
¿Por qué debería ser disciplinado?
Hay dos razones fundamentales
por las que pienso que la disciplina es clave en nuestras vidas.
La primera es que nos ayuda a
no depender tanto de la motivación a la hora de querer alcanzar nuestras metas.
No nos mintamos. Al principio de
cualquier nueva actividad, como un nuevo proyecto o hábito, estamos muy
motivados y entusiasmados.
Pero luego de un tiempo, como
por arte de magia, esa motivación se va.
Y si no somos disciplinados,
simplemente no vamos a cumplir esas actividades que nos dan pereza pero que
pueden mejorar nuestra vida a largo plazo.
Esa es una de las razones por
las cuales pienso que la disciplina es clave en tu vida.
Esta te ayuda a ser
perseverante en cumplir las metas que te has marcado.
La segunda razón por la que
deberías ser disciplinado es porque te da felicidad, satisfacción y autoestima.
¿No te sientes mal cuando
rompes la dieta al comerte tres pedazos de pizza?
Por otro lado, ¿no te sientes
realizado, con satisfacción y lleno de amor propio cuando te mantienes fuerte y
te comes una saludable ensalada?
Las acciones de gratificación
instantánea – las que no requieren de fuerza de voluntad como jugar
videojuegos, comer comida chatarra o procrastinar – además de ser acciones que
nos están llevando hacia al fracaso, esas acciones nos quitan autoestima y
satisfacción, nos hacen sentir que no somos disciplinados y que no podemos
tomar el control de nuestras vidas.
Por otro lado, las acciones
que cuestan más de hacer, pero que a largo plazo nos conducirán hacia una mejor
vida – como estudiar, comer sano y trabajar duro – al principio cuestan de
hacer, pero a largo plazo, nos dan satisfacción y un sentimiento de autoestima.
Y esto lo he probado por mí
mismo. Cuando soy disciplinado me siento más feliz que cuando procrastino y no
hago nada por avanzar en mi vida.
Pero mis palabras no son nada.
Para que entiendas de lo que estoy hablando, tienes que experimentarlo por ti
mismo.
Y para ayudarte en el camino,
a continuación, te revelaré 11 potentes consejos para ser más disciplinado en
tu vida:
11 potentes tips para ser una persona más disciplinada
1. ¿Cuál es tu por qué?
¿Por qué quieres ser más
disciplinado? ¿Por qué quieres cultivar buenos hábitos en tu vida? ¿Por qué
quieres comenzar a leer o hacer ejercicio?
Una de las claves de la
disciplina es la motivación. Y una de las formas más potentes de estar motivado
es teniendo un porqué claramente definido.
Imagina que quieres ser más
disciplinado a la hora de comer sano en tu vida. ¿Por qué quieres empezar a
comer más sano?
¿Es porque quieres sentirte
con más vitalidad y energía? ¿Es porque quieres bajar de peso para verte mejor
y quererte más? ¿Es porque tienes problemas de salud?
Tener presente tus propósitos
sobre por qué haces lo que haces en tu vida es la clave de la motivación.
Para poner en práctica esto,
simplemente anota todos los buenos hábitos que quieres implementar en tu vida.
Imagina que quieres comenzar a
hacer ejercicio y bajar de peso. Luego, al lado, escribe porqué quieres
sistematizar ese hábito en tu vida.
Ten presente ese porqué cada
vez que estés a punto de hacer el hábito.
Algo que te puede ayudar
bastante es escribir esos propósitos cada mañana. Esto te ayudará a tenerlos
más presentes en tu día a día.
2. No quieras cambiar tu vida de la noche a la mañana
Cuando queremos cambiar
nuestra vida y empezar a practicar buenos hábitos, lo más común es que queramos
hacer todo en grande y rápido.
Queremos implementar cinco
nuevos hábitos a nuestra vida. Queremos empezar a hacer dos horas de ejercicio,
media hora de meditación, una hora de lectura, y así sucesivamente.
Pero este es un grave error.
Simplemente, querer cambiar tu
vida de la noche a la mañana, no es sostenible.
Al final te abrumas de tantos
nuevos hábitos y nuevas rutinas que implementas en tu vida.
Y…terminas abandonado o
procrastinando con solamente pensar todo lo que tienes que hacer.
¿Pero qué pasaría si en vez de
querer empezar tan rápido y tan difícil empiezas a cambiar tu vida poco a poco?
La clave de la disciplina es
empezar pequeño, empezar con hábitos sencillos y sostenibles que a largo plazo
perduren en tu vida.
Por ejemplo, en vez de querer
empezar con una hora de ejercicio, ¿por qué no empiezas con diez minutos?
Y puedes que pienses
“¿solamente diez minutos? ¡Pero en qué me va a ayudar eso en mi vida!”
En primer lugar, diez minutos
de ejercicio es mejor que cero. Y, en segundo lugar, no es que vayas a durar tu
vida haciendo solamente diez minutos de ejercicio.
Es que vas a empezar con diez,
para luego subir a veinte, luego a treinta…hasta llegar a una hora.
Así sí puedes cambiar tu vida
y ser disciplinado. Con un pequeño hábito a la vez, no con cinco enormes
hábitos que de sólo pensar que tienes que hacerlos te entra una pereza
tremenda.
3. Agenda todo
Una vez escuché a Robin Sharma
decir que casi siempre, terminamos haciendo lo que hemos planificado.
Y esto es totalmente cierto.
Sin duda, una de las mayores claves para ser disciplinado es agendar los
hábitos y acciones que quieres cumplir.
Imagina que quieres empezar a
hacer ejercicio. Si realmente quieres hacer ese hábito, tienes que darle una
fecha, hora, y un lugar específico en donde lo harás.
Hacer este simple hábito,
subirá un montón las probabilidades de que termines finalmente haciendo esa
acción.
Y esto no sólo se aplica a los
hábitos, sino a cualquier cosa que quieras hacer en tu vida.
4. Elimina las distracciones
¿Tiene sentido hacer dieta
dentro de un McDonald's? ¿Tiene sentido querer ser productivo al lado de un
celular que no para de recibir notificaciones? ¿Tiene sentido querer ser feliz
rodeado de personas infelices?
No lo creo.
Por esto es crucial que,
cuando quieras emprender un nuevo hábito, elimines todas las distracciones que
te estén alejando de tu objetivo, permitiéndote aumentar tus probabilidades de
ser disciplinado y cumplir ese objetivo o acción.
Pregúntate: ¿Cuáles cosas me
están impidiendo ser disciplinado y cumplir X cosa?
Anota la respuesta, y busca
una manera creativa de eliminar esa distracción de tu vida.
5. No esperes que hagas todo perfecto
Lo más común del mundo es que
cuando estamos empezando en el mundo del desarrollo personal, pensemos que
debemos de ser personas 100% disciplinadas.
Que debemos de cumplir con
todo lo que nos proponemos de la manera más perfecta posible.
Pero esto es un error que sólo
te llevará a autocriticarte cuando falles en alguna de estas acciones.
Somos seres humanos, no
máquinas. No esperes a siempre ser una persona disciplinada. Está bien fallar
algún día en algo que te hayas propuesto hacer.
Hasta las personas que parecen
más disciplinadas fallan un día. Pero se vuelven a levantar hasta que cumplen lo
que se propusieron.
Tú también debes de
desarrollar esa mentalidad imparable.
6. Entrena tu fuerza de voluntad a diario
La fuerza de voluntad – esa
fuerza que nos permite ser disciplinados – es como un músculo: mientras más la
uses y la entrenes, más fuerte se volverá.
La clave es que entrenes tanto
tu fuerza de voluntad que termines volviéndote en una persona disciplinada.
Imagina todas las acciones y
buenos hábitos que harías si tuvieras una fuerza de voluntad increíblemente
fuerte y desarrollada…como unos fuertes y grandes bíceps y tríceps.
¿Pero cómo entrenamos nuestra
fuerza de voluntad?
Simple: mientras más la uses,
más la entrenas. Si usas cada día tu fuerza de voluntad, con el tiempo, está se
volverá más fuerte.
Pero también pasa en el caso
contrario. Mientras menos la uses, más débil se volverá.
Y sí, al principio cuesta
desarrollar la fuerza de voluntad y ser una persona disciplinada, pero con el
tiempo, desarrollarás más tu fuerza de voluntad y te volverás una persona
increíblemente disciplinada.
En resumen: entrena tu fuerza
de voluntad cada día si quieres ser una persona disciplinada.
Una recomendación para lograr
esto es haciendo acciones que no te apetecen hacer cada día.
Como, por ejemplo, una ducha matutina
de agua fría, tender tu cama o simplemente cerrar la boca cuando tienes ganas
de devolverle un insulto a alguien.
7. La “barrita de fuerza de voluntad”
Imagina que cada mañana te
levantas con una barrita en la frente y que está al 100% de su capacidad.
Esta es tu barrita de fuerza
de voluntad, y mide cuánta fuerza de voluntad tienes.
Al principio del día la tienes
a máxima capacidad, pero con el paso del día y de las acciones que haces, esta
barrita se descarga quedando vacía al final del día.
Lo que te quiero transmitir
con esa analogía es que la fuerza de voluntad es algo finito.
No tienes la misma fuerza de
voluntad en las mañanas que en las tardes y noches – algo que explica por qué
somos más perezosos en las tardes y noches.
Lo que te quiero decir con
esto es lo siguiente: mientras más temprano es, más fuerza de voluntad tienes.
Teniendo en cuenta esto, ¿no
sería inteligente poner las acciones más importantes y que nos cuestan más
hacer al principio del día donde tenemos más fuerza de voluntad?
Imagina que tienes un proyecto
muy importante y largo que hacer para el día de mañana.
¿No sería provechoso ponerlo
al principio del día en donde tienes más fuerza de voluntad y ganas que ponerlo
en la tarde donde es justamente lo contrario?
Comienza a planificar tus días
de forma que todas las acciones y hábitos que te cuestan más hacer estén al
principio de este.
Al hacer esto, comienzas a
aprovechar tu fuerza de voluntad permitiéndote ser mucho más disciplinado.
8. Mantra de fuerza de voluntad
Un mantra es una frase o
palabra que, al pronunciarla, tiene un poder psicológico y espiritual que te
permitirá actuar de una manera más positiva y capacitadora.
En El Monje que Vendió su
Ferrari, el autor, Robin Sharma, compartió un poderoso mantra que me ayudó
a desarrollar mi fuerza de voluntad.
El mantra es el siguiente:
“Soy
más fuerte de lo que aparento. Toda la fuerza y el poder del mundo están en mi
interior”.
Recitar este sencillo mantra
cada día, tendrá un increíble impacto en tu vida.
Pero he aquí un plus que te
ayudará aún más a desarrollar tu fuerza de voluntad y disciplina: visualízate
siendo una persona disciplinada.
En artículos pasados hablé del
concepto de la autoimagen, que básicamente dice que podemos cambiar nuestra
actitud por medio de la visualización.
Si cada día te visualizas como
una persona fuerte y valiente, así será tu comportamiento.
Pero si cada día te visualizas
como una persona débil y cobarde, así será tu actitud.
Lo que debes hacer es simple:
cada mañana, siéntate en un lugar tranquilo y en donde nadie te moleste.
Cierra los ojos y haz 4
respiraciones profundas.
Luego, comienza a recitar el
mantra de fuerza de voluntad donde al mismo tiempo te imaginas a ti mismo
actuando a lo largo de tu día como una persona fuerte, motivada y disciplinada.
Al principio esto puede sonar
raro, y la primera vez que lo haces también se siente extraño, pero hazlo y
juzga por ti mismo los resultados.
9. Identifica y elimina los pensamientos de excusa
Cuando estás a punto de hacer
una acción que te da pereza, siempre vendrán pensamientos de excusa a tu cabeza
que te inciten a procrastinar en vez de a tomar acción.
Un clásico ejemplo es el de
levantarse temprano.
Cuando suena la alarma siempre
vienen a nuestra mente pensamientos de excusa para justificar por qué no nos
vamos a levantar.
Pensamientos como “es fin de
semana”, “necesito descansar más” o “ayer trabajé muy duro”.
Todos esos son pensamientos de
excusa que no te llevarán hacia ninguna parte, solamente al fracaso y la
procrastinación.
Para combatir contra estos,
solamente falta con ser conscientes de ellos para identificarlos y sacarlos de
tu mente.
Si ya sabes que la clásica
excusa de “es fin de semana” es solamente eso, una excusa, tienes que
identificar que es una excusa y sacar ese pensamiento de tu mente.
Y así sucesivamente con cada
pensamiento de tu mente que te incite a procrastinar.
Simplemente identifícalo y
sácalo de tu cabeza lo más rápido posible, para que así la idea de procrastinar
ni se te pase por la mente.
10. Juega con las recompensas
Es vital que asociemos el
nuevo hábito o acción con placer.
A nadie le convence hacer algo
que no le produce placer. Esa es la razón por la que procrastinamos tanto,
porque hacerlo nos produce placer.
Lo que debemos hacer es
relacionar esos buenos hábitos con placer mediante recompensas.
Lo único que tienes que hacer
es establecer una buena recompensa o regalo para cada vez que lo cumplas.
Por ejemplo, si quieres
desarrollar el hábito de lectura, puedes establecer como recompensa comer un
pedazo de chocolate negro – negro, la salud ante todo :) – por cada capítulo
que leas.
Así, tu cerebro comenzará a
asociar el hábito con placer, y lo querrá hacer la próxima vez.
11. Ningún cambio real ocurre de la noche a la mañana
Vivimos en una sociedad en
donde queremos todo instantáneamente, sin ningún tipo de esfuerzo.
En el tiempo que llevo en mi
viaje de superación personal, nunca he conocido una estrategia instantánea y
fácil para ser feliz o cambiar tu vida.
Todo cambio positivo requiere
de esfuerzo, paciencia y perseverancia.
Con el tiempo, si eres
disciplinado, comenzarás a obtener resultados positivos y esos resultados harán
que comiences a asociar con placer esas acciones que antes te pesaban mucho.
Pero mientras tanto, sé
paciente. Todo el esfuerzo que poner en ser disciplinado, a largo plazo, tendrá
un impacto enorme en tu vida.
Espero que hayas apuntado los
puntos más importantes del artículo. Y, sobre todo, que estés dispuesto a
ponerlos en práctica para alcanzar una vida mucho más disciplinada, y, por lo
tanto, satisfactoria.
“La
disciplina es el puente entre metas y logros”
-Jim
Rohn (clic para twittear)
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