Claves para tomar decisiones difíciles
¿No sabes cómo tomar buenas
decisiones en tu vida? ¿Sientes que solo tomas malas decisiones? Es seguro que
no eres consciente de cómo tomar buenas decisiones en tu vida.
Pero ¿Por qué es importante
tomar decisiones en primer lugar?
Porque las decisiones forman nuestro destino. La mayoría de las personas piensan que sus circunstancias son
las que define su destino, pero nada más lejos de la realidad.
Son nuestras decisiones las
que definen nuestro destino. Desde esas pequeñas decisiones como qué comer,
hacer ejercicio o ver TV, trabajar o holgazanear; hasta aquellas grandes
decisiones como casarse con una persona o no, emprender o trabajar, etc.
Por esto es clave saber elegir
adecuadamente. Es por eso por lo que te traigo este artículo con 10 consejos
para tomar buenas decisiones en tu vida y así tomar las riendas de tu destino.
10 consejos para tomar buenas decisiones en tu vida
1. Ten claro tus objetivos
Cuando estés frente a una
decisión difícil, pregúntate: ¿Esto me acercará o me alejará de mis objetivos?
Hacerte esta simple pregunta
te ayudará mucho en tu toma de decisiones, ya que lo que queremos es lograr
nuestros objetivos, ¿No?
Si tomamos decisiones que nos
acerquen a nuestros objetivos, será una buena decisión, ya que lo que más
deseamos es cumplir nuestras metas.
Por otro lado, si tomamos una
decisión que nos aleje de nuestros objetivos, puede que no haya sido la mejor
decisión posible.
Lectura recomendada: Cómo alcanzar cualquier objetivo que te propongas
2. Guíate a través de tus valores personales
Nuestros valores personales,
es decir, “lo que nosotros valoramos en nuestra vida”, son como nuestra brújula
personal. Si uno de nuestros valores es la honestidad, no podemos tomar
decisiones que impliquen deshonestidad, por ejemplo.
La clave consiste en definir
unos valores, y tomar decisiones sólidas a partir de ellos. Por ejemplo, uno de
mis valores personales es la salud. Por esto, nunca tomaré una decisión que
implique un deterioro de mi salud.
¿Cómo defino mis valores personales?
Simple: toma una hoja de papel
y escribe los valores que crees que llevarán tu vida a donde deseas que esté.
Si uno de tus objetivos es leer 30 libros al año, uno de tus valores personales
puede ser “crecimiento personal”.
Si eliges este valor, no
podrás violarlo nunca. Es decir, nunca podrás tomar alguna decisión o acción
que no esté alineado con el valor.
Pongamos otro ejemplo. Imagina
que has escogido el valor de “salud”. A partir de ahora, no podrás tomar
ninguna decisión que no esté alineado con salud.
Obviamente no somos perfectos
y un día podemos fallar en el cumplimiento de nuestros valores, pero tu
objetivo es estar lo más alineado posible con ellos.
Es hora de que definas los
valores con los que quieres vivir. Coge una hoja y un lápiz, y anota todos los
valores que quieres implementar a ti vida. Si quieres ser más compasivo,
escribe el valor de la compasión. Si quieres ser más bondadoso, escribe el
valor de la bondad, y así sucesivamente hasta que elijas todos los valores que
quieres que rijan tu toma de decisiones.
Si no sabes muy bien cuáles
valores escoger, aquí te dejo una lista de algunos valores interesantes:
- Compasión
- Contribución
- Libertad
- Crecimiento personal
- Salud
- Pasión
- Valentía
- Tolerancia
- Respeto
- Honestidad
- Disciplina
- Amor
- Responsabilidad
Define tus valores y úsalos
como una brújula personal para tomar decisiones. Cuando tengas que tomar alguna
decisión, pregúntate: ¿Tomar esta decisión va alineada a mis valores
personales? Si es que no, puede que no sea una buena decisión.
Tu objetivo aquí es que una
vez tengas claro/a cuáles son tus valores, tomes decisiones a partir de ellos.
Lectura recomendada: Cómo definir tus valores y establecer prioridades
3. Ten claridad sobre todas tus opciones
A veces pensamos que las cosas
son blanco y negro, pero no es así. Hay muchas personas que se han arrepentido
de no evaluar sus verdaderas opciones antes de tomar una decisión.
En vez de mirar las cosas en
blanco y negro, busca los grises. Busca más opciones. Si no quieres elegir
entre dos opciones, busca una tercera que te satisfaga más.
Mientras más opciones tengas,
más oportunidades de tomar una buena decisión tendrás. Mira todas las
posibilidades que tienes.
En vez de centrarte solo en A
y B, busca una C y D, tal vez una de estas pueda ser una mejor opción.
La próxima vez que tengas que
elegir entre dos opciones, pregúntate: ¿Son estas todas mis opciones? ¿Qué
otras opciones tengo? ¿Qué otra opción puede satisfacerme más que estas?
4. Usa tu sistema de pensamiento lento
En su famoso libro “Pensar
Rápido, Pensar Despacio”, Daniel Kahneman aborda el funcionamiento de nuestra
mente a la hora de tomar decisiones de cualquier tipo.
Cuando estamos a punto de
tomar una decisión, utilizamos dos tipos de pensamiento:
- Pensamiento rápido (sistema 1 de pensamiento)
- Pensamiento lento (sistema 2 de pensamiento)
El sistema 1 (también llamado
pensamiento rápido) es automático, emocional, no requiere esfuerzo mental y
saca conclusiones de manera automática. Es el responsable de crear sensaciones,
intuiciones e intenciones erróneas.
Por su parte, el sistema 2
(también llamado pensamiento lento) es reflexivo y racional. Aunque es el
responsable de las actividades mentales que exigen más esfuerzo, suele estar en
modo de mínimo esfuerzo y sólo se activa ante actividades que requieren un
esfuerzo mental.
El sistema 1 crea conclusiones
de forma automática mientras que el sistema dos nos da respuestas conscientes.
La clave está en que cuando
estemos frente a cualquier decisión, usemos nuestro sistema 2, o pensamiento
lento, para tomar decisiones, y no nuestro sistema 1.
En vez de tomar una decisión
de forma rápida, automática y emocional (sistema 1) debemos de tomar la
decisión de forma más racional y analítica, visualizando todas nuestras
opciones (sistema 2).
Aunque no tienes que usar tu
sistema 2 de pensamiento en todas tus decisiones, cuando estés frente a una
gran decisión (como comprar tu casa, casarte o invertir en alguna acción) uses
tu sistema de pensamiento lento para analizar bien tus opciones.
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5. Coméntale a los demás sobre tu decisión
Antes de tomar alguna
decisión, es recomendable saber qué opina otra persona acerca de esta.
Una persona que no seas tú
puede hacer un análisis mucho más crítico (y no emocional) acerca de si la
decisión que estás a punto de tomar es buena o no. algún amigo o familiar tuyo
puede ver algo que tú no ves, y eso te puede ayudar un montón a tomar buenas
decisiones.
Tienes que asegurarte que a la
persona con la que vas a debatir tu decisión sea de confianza y quiera lo mejor
para ti. Además, esa persona tiene que entender tus gustos y sueños.
Y, sobre todo, aunque la opinión de los demás te ayudará a tomar buenas decisiones, la decisión final la tomas tú y tu corazón, no tus amigos, ni tus hermanos, ni tus padres.
6. Ten en cuenta tus
decisiones pasadas
Una de las cosas más valiosas
que tenemos son nuestros errores del pasado. Nuestros errores nos ayudan a
aprender, a tener una mejor visión del mundo, a tomar mejores decisiones.
Cuando estés frente a una gran
decisión, mira a hacia atrás y observa las malas decisiones que has tomado.
Pregúntate si la decisión que
estás a punto de tomar no repite ninguno de esos viejos errores del pasado.
Recuerda que los errores son para ayudarte a tomar mejores decisiones,
¡Aprovéchalos!
7. No tomes ninguna decisión para agradar a los demás
Nunca, nunca, nunca debes
tomar decisiones para agradar a los demás. Tomar decisiones así es una muerte a
cámara lenta asegurada.
La única persona que sabe lo
que realmente quiere es TÚ. Al carajo lo que digan los demás. ¿Quieres vivir
agradando a los demás, o siendo feliz?
Si estás a punto de tomar
alguna decisión solo para agradar a tus padres, familia o amigos, ¡PARA YA!
Elige desde tu corazón, no
desde las opiniones de los demás. En serio, si de todas las ideas de este
artículo solo te quedarás con una, que sea esta.
Aunque pienses que tus seres
queridos saben lo que quieres, no es así. Ellos te dicen que hagas lo que
ellos quieren que hagas, no lo que quieres realmente.
Así que sé valiente, y toma
decisiones desde tu corazón, no desde la boca de los demás.
8. No tomes decisiones para evitar momentos difíciles
Otra clave es no tomar
decisiones para evitar momentos difíciles. Otra muerte a cámara lenta…
Si quieres vivir una vida
extraordinaria, si quieres alcanzar el éxito, si quieres hacer grandes cosas,
tendrás que tomar decisiones que sean incómodas y difíciles.
No puedes quedarte en tu zona
de confort. Tienes que crecer, y para eso, necesitas tomar decisiones que te
conduzcan a zonas incómodas y difíciles. Tienes que convertir tu zona de
incomodidad en tu nueva zona de confort. Solo así crecerás y evolucionarás.
Si te da miedo tomar decisiones
que te conduzcan a situaciones incómodas, es una señal de que debes hacerlo. A partir
de ahora, debes de ver los miedos como una luz verde de un semáforo, es decir,
verlos como una señal de que debes hacer la acción que te da miedo y hacerlo
ahora mismo, ya que mientras más dures en romper tus miedos, más grande se
volverá el temor.
Así que ya sabes, la próxima
vez que sientas miedo antes de tomar una decisión, sé consciente de que esa es
una señal de que debes de tomar acción cuanto antes.
9. Visualízate después de tomar una decisión
Que fácil sería tomar buenas
decisiones si pudiéramos ver qué sucedería en el futuro si tomamos alguna
decisión.
Nunca fallaríamos al tomar una
decisión. Lastimosamente, todavía no tenemos ese poder. Pero algo que, si
tenemos, es la imaginación, y esta nos puede ayudar bastante.
Antes de tomar alguna
decisión, imagínate en el futuro después de haberla tomado. Imagina cómo te
sentirías, cómo vivirías, etc. Evalúa si eso es realmente lo que quieres.
Tal vez lo que imaginas no sea
nada realista comparado con el futuro real, pero esto te puede ayudar a ver con
más claridad cada una de tus opciones.
10. Elige desde el amor, no desde el miedo
Hay dos tipos de decisiones:
buenas y malas. Unas vienen desde el amor, y otra desde el miedo.
Si tomas alguna decisión desde
el amor, esa será la acertada. Aunque después no sea lo que esperabas, elegir
desde el amor siempre es lo correcto.
Si tomas alguna decisión desde
el miedo, esa decisión, por más bien que lo hayas hecho, será la errónea. Así
de sencillo.
Comienza a elegir desde el
amor. No tomes decisiones por miedo a lo que digan los demás, o por miedo a
fracasar. Toma decisiones por medio de tu corazón e intuición. Por lo que
sientes que realmente es lo correcto. Ese es el mejor consejo que te puedo dar
para tomar buenas decisiones.
Espero que estos 10 consejos
te ayuden a tomar mejores decisiones en tu vida. Si te ha ayudado, puedes
apoyar con un comentario, y compartiendo este artículo con aquellas personas
que sabes que necesitan este contenido.
¡Gracias por leer!
Increíble artículo. Lo tomaré como una guía a seguir cada vez que tenga que tomar buenas decisiones. Saludos.
ResponderBorrar¡Gracias por leerlo! Me llena de alegría que te haya servido. Saludos desde República Dominicana
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